HERMETISMO TALAVERA
Artículo. El Charco forever. La comuna bajo el yugo político.
Los vecinos de la comuna El Charco, departamento Jiménez, están hartos con el dirigente Rubén Talavera, con más de veinte años en el poder y su sucesora: Nereha Ábalos, la esposa.
ABRIRSE. El nepotismo es asfixiante en el pueblo. Todos señalan un lugar donde se acumula vehículos: ¿cuánto dinero invertido? No saben. Sólo estimaciones. Es un tipo galpón, está cerrado, hermético como la gestión política.

según datos recolectados, aunque el Tribunal de Cuentas de la Provincia debe seguir y exigir transparencia en las cuentas públicas en este tipo de comisiones municipales, porque no tienen Concejo Deliberante. Los Talavera reciben por mes la grandiosa suma de $36 millones.
Es decir los privilegiados del poder, los Talavera manejan por año 384 millones. Por eso, los vecinos están cansados, aunque no todos, de los manejos, aparentemente, para seducir a los votantes en tiempo de campaña electoral. Y, por supuesto, de tener una vida millonaria.
En el pueblo, muchos hablan de las propiedades y terrenos que habría adquirido el clan Talavera-Ábalos, pero nadie pide rendición de cuentas, ni acciona ante el sistema judicial por supuesta malversación, administración fraudulenta o la lista de delitos puede seguir.
Los Talavera Ábalos tienen lazos con los Neder, uno es senador y otro vicegobernador de los santiagueños. Los vecinos tienen miedo de denunciar, quedar expuestos y perseguidos.
La asimetría o desfasaje entre poder y vecinos es escandalosa. En estas condiciones no democráticas, nunca habría cambio de color político.
El padrón electoral es el centro de discusión en el pueblo: más de mil votantes, pero la mitad viene de otras comunas. “No tienen intereses en la comuna, no deben votar aquí”, dice Ernesto.
Otro planteo judicial para realizar, que podría ser eficaz, es solicitar la depuración del padrón electoral -más transparencia- y el seguimiento de los domicilios. Chequeo permanente. Así se evita la “industria” del cambio de residencia y el escandaloso fraude.
“Pobre gente, dice un periodista colega, están debilitados, golpeados y con la tendencia hacia una mentalidad derrotista”.